La Hipertensión Arterial (HTA) es una enfermedad crónica, es decir que no tiene cura, que se caracteriza por la elevación mantenida de las cifras de presión sanguínea por encima de los valores establecidos como normales. Seguramente conocerás a personas que padecen de “presión alta” ya que esta entidad es más común de lo que pensamos, incluso muchos la padecen y aun no lo saben porque en la mayoría de los casos cursa de manera asintomática.
La presión sanguínea o arterial es la presión que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias, siendo estas quienes llevan la sangre desde el corazón hasta el resto del cuerpo. Cuanta más sangre tu corazón bombee y cuanto más estrechas estén tus arterias, mayor será tu presión arterial. La lectura de la presión arterial se determina en milímetros de mercurio (mm Hg). Tiene dos números.
Valor superior (presión sistólica): el corazón se contrae y la sangre ejerce mayor presión sobre las paredes de las arterias.
Valor inferior (presión diastólica): el corazón se relaja después de cada contracción, por lo
que la presión es menor.
En 2017 el Colegio Americano de Cardiología (ACC) y la Sociedad Americana del Corazón (AHA) publicaron las nuevas guías prácticas para el manejo de esta entidad. Definiendo como Hipertensión Arterial a la presión igual o superior a 130/80 mmHg. Considerando como Estadio 2 de Hipertensión a la presión arterial superior a 140/90mmHg. Tomando como valores normales cifras por debajo de 120/80 mmHg.
Según datos recopilados por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) aproximadamente la mitad de los adultos en Estados Unidos (47% o 116 millones) padecen de Hipertensión Arterial y solamente 1 de cada 4 adultos (25%) tienen la enfermedad bajo control.
La Hipertensión Arterial no controlada conlleva a Graves Complicaciones:
Ataque cardiaco o accidente cerebrovascular
Aneurismas: por debilitamiento de los vasos sanguíneos debido a las altas presiones, en caso de romperse puede ser mortal.
Insuficiencia cardiaca: ya que para bombear sangre con mayor presión el corazón debe realizar mayores esfuerzos.
Insuficiencia renal: los vasos sanguíneos dañados por las altas presiones impiden que los riñones filtren los desechos de la sangre de manera eficaz.
Retinopatía: daño en los vasos sanguíneos de la retina, puede ocasionar sangrado en el ojo, visión borrosa y pérdida completa de la visión.
Neuropatía óptica: La obstrucción del flujo sanguíneo puede dañar el nervio óptico lo que puede conllevar a la pérdida de la visión.
En 2020 más de 670,000 fallecidos en Estados Unidos presentaron como causa primaria o contribuyente de la muerte a la Hipertensión Arterial. Esta entidad puede cursar de manera asintomática durante varios años, pero no sin dejar de provocar modificaciones a nivel vascular que dan pie a múltiples complicaciones. Por estas razones se le conoce como la asesina silenciosa y si bien una vez iniciados los cambios a nivel vascular no se pueden revertir, sí podemos prevenir estas complicaciones.
¿Cómo controlar la Hipertensión Arterial y sus complicaciones?
· Chequee su presión arterial de marera diaria o regularmente.
· Mantenga su plan de tratamiento, incluidos los cambios saludables en el estilo de vida.
· Pregúntele a su proveedor de salud o farmacéutico acerca de las aplicaciones para monitorear y rastrear su presión arterial.
· Hágase chequeos y pruebas médicas regulares, según lo recomendado por su proveedor. Haga preguntas y discuta su progreso.
· Informe a su proveedor sobre cualquier afección nueva o si ha estado tomando medicamentos nuevos desde su última cita.
Una vez haya sido diagnosticado con esta enfermedad o conoce de algún familiar que la padezca Infórmese y haga a los demás participes de sus conocimientos. ¡La información es poder, utilicémoslo!
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